¿Sabías que la compañía americana Ocean Spray, es una cooperativa, la cual se ubica entre las 20 cooperativas más exitosas de los EU, pues tienen ventas que sobrepasan 1 billón de dólares? Yo no lo sabía.
¿Sabías que en EU existen más de 29 mil cooperativas, y que están integradas por la mitad de la población de EU, o sea, por 120 millones de hombres y mujeres? Yo no lo sabía.
¿Sabías que estas más de 29 mil cooperativas, operan a través de casi 73 mil establecimientos o sucursales, y generan ingresos ascendentes a los $654 billones? Yo no lo sabía.
¿Sabías que estas cooperativas le pagan a sus más de 2.1 millones de empleados salarios que suman sobre $74 billones? Yo no lo sabía.
¿Y saben porque no sabía toda esta excelente información, aun cuando me considero un cooperativista genuino, y creo en este sistema único y maravilloso?
Me duele confesar esta ignorancia, pero más me duele confesar, el reconocer que el propio Movimiento Cooperativo a nivel mundial ha fallado en promover su noble gesta de desarrollar la economía de los pueblos a los que sirven, como también sirve y ayuda a diario en Puerto Rico. Por esto es que cada día se hace más obligatorio que el Movimiento Cooperativo informe sus bondades a la gente, pero que lo haga de forma articulada y estratégica, para que muchos más conozcan lo que es una cooperativa y den el paso a unirse y obtener sus servicios.
Yo, me contesté todas las anteriores preguntas, gracias a un estudio que hizo la Universidad de Winsconsin, apoyada por el Departamento de Desarrollo de la Agricultura de Estados Unidos (USDA), presentado a inicios del 2012.
Pero ya que lo sé, también lo tienen que saber la totalidad de los dirigentes de las cooperativas existentes, quienes tienen la obligación de exigir que los fines y propósitos, por los cuales se fundaron sus instituciones, perduren y se fortalezcan, pues a veces, en el afán de desarrollo y evolución, se pierde la "esencia". Y la Regla de Oro del Cooperativismo es la EDUCACIÓN, por eso todas las cooperativas tienen que educar a sus socios para que estos, a su vez, eduquen a sus familiares, amigos, vecinos, compañeros de trabajo. ¡Hay que educar coordinadamente! No podemos permitir que nuestras cooperativas crezcan, pero pierdan su fin; su esencia. Bien lo dijo una vez el fallecido cooperativista Héctor Zayas Chardón "el Cooperativismo es servicio… y a veces la grandeza hace perder la razón de ser". Por eso, nosotros no podemos permitir que la grandeza alcanzada nos aparte del servicio a nuestro pueblo.
En Puerto Rico existen aproximadamente 350 cooperativas, de las cuales 118 son cooperativas de ahorro y crédito y más de 170 son cooperativas juveniles, que son integradas por niños y jóvenes en nuestras escuelas. El resto: las de tipos diversos, ofrecen una infinidad de servicios, desde protección a la vida, a nuestras propiedades, realizan excelentes vestimentas mediante costura, confeccionan ricos alimentos, y producen materiales especializados, por mencionar solo algunas. Todas juntas, impactan a más de 1.5 millones de personas, y emplean a sobre 6,000 personas, sin mencionar los empleados indirectos que provocan; y tienen activos que sobrepasan los $9 billones. Lo mejor de todo es que estas entidades son reguladas correctamente por dos entidades gubernamentales que protegen el gran interés público que vigilan, de esta forma se le garantiza al Pueblo que confíe en este tipo de entidad dirigida por el propio pueblo; me refiero a COSSEC y al Comisionado de Seguros. Las de ahorro y crédito cuentan con un seguro provisto por COSSEC, al igual que tienen los clientes de la banca, el cual es provisto por el FDIC, que protege sus depósitos hasta $250,000.00. De hecho, a finales del 2011, un estudio especializado, colocó a las cooperativas como una de los 5 tipos de empresas más confiables de nuestro país de una lista de 15; una de ellas, la Cooperativa de Seguros Múltiples ha sido designada como uno de los mejores patronos del País. ¿Pero saben que me frustra?
Me frustra que, aun con todos estos beneficios, mucha gente nuestra, gente de la buena, de la que necesita, no conoce los beneficios de ser parte de una cooperativa, de una entidad de la que se es dueño y donde se puede tener el privilegio de participar en las decisiones de negocios e, inclusive, una vez que se es socio se pueden convertir en uno de los representantes de los dueños en calidad de dirigente de la entidad, como directores, miembros de sus cuerpos directivos. ¿En qué otra institución una persona común, esa gente buena que necesita, puede tener acceso a los principales ejecutivos para manifestar sus necesidades y viabilizar las maneras en que les pueden ayudar a satisfacer sus necesidades económicas o sociales? Solo en las cooperativas. Yo lo viví desde mi niñez, cuando veía como la gente de pueblo se reunía directamente con el entonces gerente y luego presidente ejecutivo de mi Cooperativa base, el gran Rafael Montalvo, quien siempre que las circunstancias lo permitían, junto a su equipo, lograba que una familia común accediera a productos financieros que en una institución privada, jamás lo obtendrían; al menos, nunca de forma onerosa. ¿Mejor aún, en que otra institución, cuando la patrocinas, al final del año, si tiene economías, las divide y reparte entre sus socios dueños y, estos obtienen un dinerito adicional? Solo en las cooperativas.
Los exhorto a tomar en serio a las cooperativas y a diseminar sus beneficios. Estoy convencido que a través de estas buenas empresas se obtiene al final un mejor país. A muchos los hacen más felices cuando viabilizan sus financiamientos para la obtención del auto o su residencia, a otros simplemente los ayudan a desarrollarse y a evolucionar para ser mejores seres humanos, ya sea educativa, cultural, social o profesionalmente, desde una base filosófica muy común, aquella que todos conocemos cuando decimos, sin a veces profundizar su significado: "en la unión está la fuerza". Por eso les recuerdo aquel comercial que decía que el "Cooperativismo, es la fuerza de todos". Apoya a tu cooperativa más cercana, a la de tu predilección, pues apoyándola, te apoyas tu mismo. Luego, comunícale a tu gente, que en esa cooperativa se pueda confiar y logra que se conviertan en un nuevo socio. Un mayor éxito como pueblo, lo veremos juntos. Se los aseguro.
¿Sabías que en EU existen más de 29 mil cooperativas, y que están integradas por la mitad de la población de EU, o sea, por 120 millones de hombres y mujeres? Yo no lo sabía.
¿Sabías que estas más de 29 mil cooperativas, operan a través de casi 73 mil establecimientos o sucursales, y generan ingresos ascendentes a los $654 billones? Yo no lo sabía.
¿Sabías que estas cooperativas le pagan a sus más de 2.1 millones de empleados salarios que suman sobre $74 billones? Yo no lo sabía.
¿Y saben porque no sabía toda esta excelente información, aun cuando me considero un cooperativista genuino, y creo en este sistema único y maravilloso?
Me duele confesar esta ignorancia, pero más me duele confesar, el reconocer que el propio Movimiento Cooperativo a nivel mundial ha fallado en promover su noble gesta de desarrollar la economía de los pueblos a los que sirven, como también sirve y ayuda a diario en Puerto Rico. Por esto es que cada día se hace más obligatorio que el Movimiento Cooperativo informe sus bondades a la gente, pero que lo haga de forma articulada y estratégica, para que muchos más conozcan lo que es una cooperativa y den el paso a unirse y obtener sus servicios.
Yo, me contesté todas las anteriores preguntas, gracias a un estudio que hizo la Universidad de Winsconsin, apoyada por el Departamento de Desarrollo de la Agricultura de Estados Unidos (USDA), presentado a inicios del 2012.
Pero ya que lo sé, también lo tienen que saber la totalidad de los dirigentes de las cooperativas existentes, quienes tienen la obligación de exigir que los fines y propósitos, por los cuales se fundaron sus instituciones, perduren y se fortalezcan, pues a veces, en el afán de desarrollo y evolución, se pierde la "esencia". Y la Regla de Oro del Cooperativismo es la EDUCACIÓN, por eso todas las cooperativas tienen que educar a sus socios para que estos, a su vez, eduquen a sus familiares, amigos, vecinos, compañeros de trabajo. ¡Hay que educar coordinadamente! No podemos permitir que nuestras cooperativas crezcan, pero pierdan su fin; su esencia. Bien lo dijo una vez el fallecido cooperativista Héctor Zayas Chardón "el Cooperativismo es servicio… y a veces la grandeza hace perder la razón de ser". Por eso, nosotros no podemos permitir que la grandeza alcanzada nos aparte del servicio a nuestro pueblo.
En Puerto Rico existen aproximadamente 350 cooperativas, de las cuales 118 son cooperativas de ahorro y crédito y más de 170 son cooperativas juveniles, que son integradas por niños y jóvenes en nuestras escuelas. El resto: las de tipos diversos, ofrecen una infinidad de servicios, desde protección a la vida, a nuestras propiedades, realizan excelentes vestimentas mediante costura, confeccionan ricos alimentos, y producen materiales especializados, por mencionar solo algunas. Todas juntas, impactan a más de 1.5 millones de personas, y emplean a sobre 6,000 personas, sin mencionar los empleados indirectos que provocan; y tienen activos que sobrepasan los $9 billones. Lo mejor de todo es que estas entidades son reguladas correctamente por dos entidades gubernamentales que protegen el gran interés público que vigilan, de esta forma se le garantiza al Pueblo que confíe en este tipo de entidad dirigida por el propio pueblo; me refiero a COSSEC y al Comisionado de Seguros. Las de ahorro y crédito cuentan con un seguro provisto por COSSEC, al igual que tienen los clientes de la banca, el cual es provisto por el FDIC, que protege sus depósitos hasta $250,000.00. De hecho, a finales del 2011, un estudio especializado, colocó a las cooperativas como una de los 5 tipos de empresas más confiables de nuestro país de una lista de 15; una de ellas, la Cooperativa de Seguros Múltiples ha sido designada como uno de los mejores patronos del País. ¿Pero saben que me frustra?
Me frustra que, aun con todos estos beneficios, mucha gente nuestra, gente de la buena, de la que necesita, no conoce los beneficios de ser parte de una cooperativa, de una entidad de la que se es dueño y donde se puede tener el privilegio de participar en las decisiones de negocios e, inclusive, una vez que se es socio se pueden convertir en uno de los representantes de los dueños en calidad de dirigente de la entidad, como directores, miembros de sus cuerpos directivos. ¿En qué otra institución una persona común, esa gente buena que necesita, puede tener acceso a los principales ejecutivos para manifestar sus necesidades y viabilizar las maneras en que les pueden ayudar a satisfacer sus necesidades económicas o sociales? Solo en las cooperativas. Yo lo viví desde mi niñez, cuando veía como la gente de pueblo se reunía directamente con el entonces gerente y luego presidente ejecutivo de mi Cooperativa base, el gran Rafael Montalvo, quien siempre que las circunstancias lo permitían, junto a su equipo, lograba que una familia común accediera a productos financieros que en una institución privada, jamás lo obtendrían; al menos, nunca de forma onerosa. ¿Mejor aún, en que otra institución, cuando la patrocinas, al final del año, si tiene economías, las divide y reparte entre sus socios dueños y, estos obtienen un dinerito adicional? Solo en las cooperativas.
Los exhorto a tomar en serio a las cooperativas y a diseminar sus beneficios. Estoy convencido que a través de estas buenas empresas se obtiene al final un mejor país. A muchos los hacen más felices cuando viabilizan sus financiamientos para la obtención del auto o su residencia, a otros simplemente los ayudan a desarrollarse y a evolucionar para ser mejores seres humanos, ya sea educativa, cultural, social o profesionalmente, desde una base filosófica muy común, aquella que todos conocemos cuando decimos, sin a veces profundizar su significado: "en la unión está la fuerza". Por eso les recuerdo aquel comercial que decía que el "Cooperativismo, es la fuerza de todos". Apoya a tu cooperativa más cercana, a la de tu predilección, pues apoyándola, te apoyas tu mismo. Luego, comunícale a tu gente, que en esa cooperativa se pueda confiar y logra que se conviertan en un nuevo socio. Un mayor éxito como pueblo, lo veremos juntos. Se los aseguro.