Hoy, me despierto a mis anchas, después de un sueño reparador, reconociendo que muchos, precisamente hoy, celebran la gesta de otros que lograron para millones su independencia (aunque no sepan de quién, ni cuándo, ni por qué se liberaron; ¡eso el salitre no lo procesa!).
E indistintamente lo que políticamente pensemos, es momento de darle gracias a Dios, por vivir en un país, regido por un orden libre y democrático que, para bien o para mal, y fajándote mucho, te permite echar hacia adelante, y que te permite ser libre e independiente, si así lo deseas ser... Es que así es, al fin y al cabo, aquí, en nuestro PR que celebra la independencia de otra nación, podemos elegir y decidir ser libres.
¡Con poco o mucho, somos libres y elegimos nuestro futuro! (¡Y dímelo tú que estás en la playa, aunque estés pela'o!)
¡Y yo me siento libre, coño! ¡Y eso lo valoro!
Y, así, en libertad, mientras saboreo mi café, y me regocijo, y me siento más libre y capaz de hacer lo que simplemente quiero, recibo este mensaje contradictorio, que, al final, me esclaviza, pues es otro quien me ordena unilateralmente a hacer lo siguiente: "En el momento que puedas... 25 push ups, 50 squats y 75 abs, media milla... repite 3 rondas... feliz 4 de julio"
Y yo, como humilde borrego, aquí voy, disfrutando mi libertad, a hacer lo que otro me exige. ¡Y es que así nos pasa muchísimas veces en nuestra libertad de otro! ¿Cierto?
¡Aún así, al menos yo, me siento contradictoriamente LIBRE!
E indistintamente lo que políticamente pensemos, es momento de darle gracias a Dios, por vivir en un país, regido por un orden libre y democrático que, para bien o para mal, y fajándote mucho, te permite echar hacia adelante, y que te permite ser libre e independiente, si así lo deseas ser... Es que así es, al fin y al cabo, aquí, en nuestro PR que celebra la independencia de otra nación, podemos elegir y decidir ser libres.
¡Con poco o mucho, somos libres y elegimos nuestro futuro! (¡Y dímelo tú que estás en la playa, aunque estés pela'o!)
¡Y yo me siento libre, coño! ¡Y eso lo valoro!
Y, así, en libertad, mientras saboreo mi café, y me regocijo, y me siento más libre y capaz de hacer lo que simplemente quiero, recibo este mensaje contradictorio, que, al final, me esclaviza, pues es otro quien me ordena unilateralmente a hacer lo siguiente: "En el momento que puedas... 25 push ups, 50 squats y 75 abs, media milla... repite 3 rondas... feliz 4 de julio"
Y yo, como humilde borrego, aquí voy, disfrutando mi libertad, a hacer lo que otro me exige. ¡Y es que así nos pasa muchísimas veces en nuestra libertad de otro! ¿Cierto?
¡Aún así, al menos yo, me siento contradictoriamente LIBRE!