Silvio, anoche, me dijo: "mijo, la cosa está mala, cómprame una bañera grande también, por si se va la luz".
Lo entendí. En su trinar, se escucha la preocupación que nace de vivir al borde del "¿qué vendrá ahora?". Se sufre, hasta en la urbe.
A Dios gracias, hoy, le encontré su bañera grande. Ya se la instalé. Estamos a mano.
Lo entendí. En su trinar, se escucha la preocupación que nace de vivir al borde del "¿qué vendrá ahora?". Se sufre, hasta en la urbe.
A Dios gracias, hoy, le encontré su bañera grande. Ya se la instalé. Estamos a mano.