Se fue ayer, en la tarde; así como el sol, se marchó al atardecer…
…su muerte nos ha dejado, más que llorándola, admirándola.
Aunque marchitada por tanto vivir, se fue brillante, en paz, en tranquilidad, en sosiego, pues, se retiró rodeada del amor de su hija, y su familia.
¡Cómo la brisa que acaricia! Fue mi tía, pero, también mi madrina; y mi segunda mamá. Y en mi hizo su labor y dejó su amor.
No muere quien no se olvida. Y descansa quien vivió en amor. Con esa certeza, le pido su bendición -que ahora será eterna- y la despido.
.
.
.
Ya luego, quizá al atardecer, escribiré más… pero, sí sepan que, de seguro, sin mi Tití, otro hombre sería, y hoy no tendría la misma alegría…
…su muerte nos ha dejado, más que llorándola, admirándola.
Aunque marchitada por tanto vivir, se fue brillante, en paz, en tranquilidad, en sosiego, pues, se retiró rodeada del amor de su hija, y su familia.
¡Cómo la brisa que acaricia! Fue mi tía, pero, también mi madrina; y mi segunda mamá. Y en mi hizo su labor y dejó su amor.
No muere quien no se olvida. Y descansa quien vivió en amor. Con esa certeza, le pido su bendición -que ahora será eterna- y la despido.
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Ya luego, quizá al atardecer, escribiré más… pero, sí sepan que, de seguro, sin mi Tití, otro hombre sería, y hoy no tendría la misma alegría…